Las plantas también requieren de nutrientes para poder vivir, pero sabes cuales son los mas importantes.
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Hay dos tipos de nutrientes: los macronutrientes, necesarios en grandes cantidad, y los micronutrientes, necesarios en cantidades pequeñas. Los tres grandes –nitrógeno, fósforo y potasio- representan juntos más del 75% de los nutrientes minerales que se encuentran en la planta. Las plantas, sean hortícolas o no, necesitan una serie de minerales y otros elementos que captan de la tierra y el aire para poder desarrollarse convenientemente. Si tuvieran un exceso o carencia de alguno de estos minerales y elementos las plantas nos lo dejarán saber mediante una serie de síntomas como por ejemplo manchas en las hojas, decaimiento de la planta, mayor presencia de plagas o enfermedades, etc.
El nitrógeno: colabora en la formación de clorofila. Si hay un exceso las hojas tienen un color verde oscuro, las raíces no se desarrollarían bien y en cambio el follaje sería muy abundante, los frutos tardan más en madurar, son más susceptibles a plagas y enfermedades. Nitrato de Amonio, Triple 15, Urea.
Potasio: favorece el desarrollo de las raíces, de hidratos de carbono, hace que las plantas sean más resistentes ante al climatología adversa, las plagas o las enfermedades, aumenta el peso de los frutos y éstos son más ricos en agua y azúcares. Si el potasio está en exceso se podría dificultar la absorción de Boro, Calcio, Hierro, Magnesio y Zinc.
El Fósforo: es muy importante para la floración, fructificación y maduración de los frutos, aporta consistencia a las estructuras de la planta, participa en la fotosíntesis y también influye en el número y calidad de las semillas que produzca la planta. Su exceso puede inhibir la absorción del hierro. Ácido Fosfórico y fosfatos en general.
Azufre: participa en la formación de la clorofila y aporta enzimas y proteínas a la planta, además participa en el desarrollo del fruto. El exceso de azufre es muy poco posible. Sin embargo, la carencia puede producirse con efectos como un menor crecimiento de la planta, las puntas de las hojas se secan y toda la hoja va sufriendo una decoloración gradual. Sulfatos de Zinc, Sodio, Magnesio y Azufre polvo.
Calcio: influye en el desarrollo general de la planta y la dureza de los tejidos, favorece el desarrollo de las raíces, y en la formación y desarrollo de los frutos. Si hay un exceso de calcio habrá dificultades para absorber cobre, potasio y zinc. Si hubiera una carencia de calcio, notaremos que la planta crece poco y las hojas presentan las puntas secas y se enrollan sobre sí mismas.
Hierro: Forma parte de la clorofila de la planta. El exceso de hierro es muy poco probable. La carencia de hierro, sin embargo, se puede producir y limita el desarrollo de la planta, siendo más común en suelos alcalinos, salinos y calcáreos. Además hay una clorosis de las hojas y puede llegar a perderlas todas y hay un descenso en la producción de frutos.
Magnesio: es esencial para la producción de clorofila, además aporta resistencia a la planta ante las heladas y enfermedades. Habrá exceso de magnesio si los suelos son pobres en calcio, las raíces están dañadas, también notaremos que las hojas son deformes y están secas.
El nitrógeno: colabora en la formación de clorofila. Si hay un exceso las hojas tienen un color verde oscuro, las raíces no se desarrollarían bien y en cambio el follaje sería muy abundante, los frutos tardan más en madurar, son más susceptibles a plagas y enfermedades. Nitrato de Amonio, Triple 15, Urea.
Potasio: favorece el desarrollo de las raíces, de hidratos de carbono, hace que las plantas sean más resistentes ante al climatología adversa, las plagas o las enfermedades, aumenta el peso de los frutos y éstos son más ricos en agua y azúcares. Si el potasio está en exceso se podría dificultar la absorción de Boro, Calcio, Hierro, Magnesio y Zinc.
El Fósforo: es muy importante para la floración, fructificación y maduración de los frutos, aporta consistencia a las estructuras de la planta, participa en la fotosíntesis y también influye en el número y calidad de las semillas que produzca la planta. Su exceso puede inhibir la absorción del hierro. Ácido Fosfórico y fosfatos en general.
Azufre: participa en la formación de la clorofila y aporta enzimas y proteínas a la planta, además participa en el desarrollo del fruto. El exceso de azufre es muy poco posible. Sin embargo, la carencia puede producirse con efectos como un menor crecimiento de la planta, las puntas de las hojas se secan y toda la hoja va sufriendo una decoloración gradual. Sulfatos de Zinc, Sodio, Magnesio y Azufre polvo.
Calcio: influye en el desarrollo general de la planta y la dureza de los tejidos, favorece el desarrollo de las raíces, y en la formación y desarrollo de los frutos. Si hay un exceso de calcio habrá dificultades para absorber cobre, potasio y zinc. Si hubiera una carencia de calcio, notaremos que la planta crece poco y las hojas presentan las puntas secas y se enrollan sobre sí mismas.
Hierro: Forma parte de la clorofila de la planta. El exceso de hierro es muy poco probable. La carencia de hierro, sin embargo, se puede producir y limita el desarrollo de la planta, siendo más común en suelos alcalinos, salinos y calcáreos. Además hay una clorosis de las hojas y puede llegar a perderlas todas y hay un descenso en la producción de frutos.
Magnesio: es esencial para la producción de clorofila, además aporta resistencia a la planta ante las heladas y enfermedades. Habrá exceso de magnesio si los suelos son pobres en calcio, las raíces están dañadas, también notaremos que las hojas son deformes y están secas.
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